Situado en pleno corazón de Valencia, en el famoso barrio del Carmen, se trata de uno de los mercados más grandes de Europa Es un precioso edificio en un entorno de construcciones también magníficas como la iglesia de Santos Juanes o la famosa Lonja.
«El edificio del Mercado Central es uno de los mejores de Europa tanto en cuanto a continente como en cuanto a contenido porque conserva su esencia inicial, su vocación de venta de producto fresco, algo que muchos mercados españoles y europeos han perdido con el paso del tiempo y la aparición de grandes superficies y de cadenas de supermercados». Así lo define Ángel Martínez en un libro conmemorativo al centenario del mercado.
Su origen es tan antiguo, que nos lleva a hace 1000 años, cuando en la época árabe se reunían puntos de venta en aquel solar junto a la muralla. Colocado en la parte exterior, pues dentro de los muros no existían plazas con la amplitud necesaria.
Este espacio es la actual plaza del Mercado y no sólo había puestos de comida, sino que era la plaza oficial al servicio de la ciudad: mítines, corridas de toros, ejecuciones…
Así hasta que en 1839 se inaugura como mercado ya, pero descubierto. Y en 1910 se realiza el proyecto arquitectónico del maravilloso edificio modernista que lo alberga.
Es tan espectacular este mercado, inaugurado finalmente en 1928 que desde entonces se ha convertido en uno de las edificaciones más atractivas y visitadas de la ciudad de Valencia.
Debajo de una estructura, formada por columnas de hierro, que recuerdan a la Torre Eiffel, azulejo y vidrieras, se encuentran los puestos del mercado que se sitúan a lo largo de calles atravesadas por calles anchas.
Si lo visitas, comprobarás que siempre anda abarrotado tanto de turistas como de compradores locales. Los productos de la huerta valenciana lo invaden de color y de aromas. No podemos olvidar el pescado que se vende en otra zona del mercado de la magnífica lonja valenciana que en sus orígenes se encontraba en el sótano.
Hay cronistas que la han bautizado como “La despensa modernista “o “La despensa mediterránea “por la variedad de sus productos y la belleza de su edificio y el maravilloso enclave geográfico.
Adaptado a los nuevos tiempos, es pionero en venta a domicilio desde 1996.
¡Todo son ventajas en este maravilloso lugar!